Esta sencilla ensalada presenta algunos sabores maravillosamente complementarios: remolacha terrosa, rúcula amarga, queso feta salado, pepitas saladas y aderezo balsámico dulce y ácido. La receta produce dos ensaladas (del tamaño que se muestra) y se reduce a la mitad o al doble fácilmente.




INGREDIENTES

  • 2 cucharadas de pepitas (semillas de calabaza verde)
  • 2 remolachas rojas medianas
  • Un puñado de rúcula, picada en trozos grandes
  • ¼ taza de queso feta desmenuzado
  • Aderezo de tomillo balsámico Eat Well de Hilary con eufrasia o vinagreta balsámica casera , al gusto

INSTRUCCIONES

  1. Primero, tuesta las pepitas en una sartén a fuego medio hasta que estén fragantes y emitan pequeños chasquidos, aproximadamente 5 minutos. Transfiera a un recipiente para que se enfríe.
  2. Pelar la piel áspera de las remolachas con un pelador de verduras. Si tienes una mandolina, úsala para cortar las remolachas en palitos finos (¡cuidado con los dedos!). Si no tiene una mandolina, sostenga el extremo áspero de la remolacha y córtela en rodajas súper finas, comenzando en la punta y avanzando hacia la parte superior áspera. Deseche la parte superior áspera. Trabajando en lotes, apile las rondas una encima de la otra y córtelas en cerillas largas y delgadas.
  3. En un tazón para servir de tamaño mediano, combine las remolachas, la rúcula, el queso feta desmenuzado y las pepitas. Rocíe con el aderezo suficiente para cubrir ligeramente la ensalada una vez que la haya revuelto. Mezcle y sirva.